El pasado fin de semana participé en el foro de EBE, segundo mayor encuentro de Internet en Europa. El número de inscripciones fue de 2500, que se agotaron en 8 horas. Las conferencias se retransmitían por streaming en tiempo real, lo que le dio mayor viralidad al congreso. Y he de reconocer que me fascinó la experiencia por muchos motivos: Primero, porque conocí a personas muy interesantes; segundo, porque aprendí mucho sobre las tendencias en el mundo de Internet y tercero, porque era la primera vez que daba una charla ante tantos “twitteros”. El twittero (y me incluyo) va tomando notas o hace comentarios via twitter conforme avanza la conferencia. Por ello, me gustaría recoger algunas conclusiones de la charla con un público tan diferente que creo que, sin duda, representa el futuro:

–        Si las personas no te miran mientras hablas, vas por buen camino (o no). El uso del ordenador (y una determinada manera de ser) nos convierte en multitarea, este tipo de perfil tiene la habilidad de escuchar e ir recogiendo sus impresiones al mismo tiempo. Los digitales nativos han desarrollado dicha habilidad, por lo que no es de extrañar que en las escuelas de negocio o en futuros congresos esta tendencia ocurra cada vez más. Cuando subí al escenario -fue algo “desconcertante” al principio- observé que no te miraban a la cara, pero al mismo tiempo, me sentí muy cómoda y pensé: “Yo he hecho lo mismo durante el resto de ponencias. Es normal”. Ahora bien, si das una mala ponencia, también ocurrirá lo mismo. Es cierto que al final de mi charla me encontré con muchas miradas, pero podríamos decir que la mirada en este entorno no es decisiva para saber si lo estás haciendo bien o no. Y este es el futuro y la nueva realidad a la que conferenciantes y profesores tendrán que adaptarse.

–        El congreso creaba en twitter un hashtag (#) o canal, para los que no conozcan el mundo del twitter, con la ponencia y había tres grandes pantallas en la sala en donde se recogían los comentarios de los asistentes en tiempo real sobre la conferencia y lo más emocionante, el ponente podía ir leyéndolos. Esto es fascinante… Lo hemos hecho siempre: Pensamos, criticamos, valoramos a los distintos conferenciantes (y resto de las cosas que nos suceden) pero en silencio. Las redes sociales ofrecen esta oportunidad. En mi caso, no los fui leyendo por algo tan simple como mis problemas de vista, pero no deja de ser una oportunidad para conocer qué opina la gente y cuáles son los mensajes que les llegan en tiempo real.

–        Al final de la ponencia quedan grabados todos los comentarios y después de unas horas, los pude revisar. Todo ello también te da información sobre lo que las personas han valorado positiva o negativamente de lo que has dicho. Y llegué a una conclusión: Es posible que además de las transparencias con sólo imágenes (como a mí me suelen gustar) haya que incorporar algunas frases para que sean más fáciles de twittear, así como poner una especie de índice inicial… Bueno, son cosas que se aprenden a posteriori.

El futuro va por este camino. El mundo 2.0. da la oportunidad de cambiar el poder y también las conferencias. La experiencia en EBE fue magnífica y agradezco todos los comentarios recibidos. Sin duda (y si consigo la acreditación, claro…) el próximo año volveré a seguir aprendiendo.

Por cierto, cuelgo la presentación que utilicé: