Pilar Alcázar ha publicado en el número de octubre de la revista Emprendedores el artículo «Las mejores bitácoras de negocios, economía y creación de empresas» y en donde recoge los diez blog que considera de referencia de entre los 27 millones que existen. En su relación incluye a Enrique Dans, Luis Huete y Juan Carlos Cubiero. Ha tenido el detalle de incluir también el mío. Gracias por ello, Pilar, y gracias a quienes van leyendo lo que escribo.
He de reconocer que el blog es una apasionante ventana al mundo y la posibilidad de expresar lo que se piensa y siente tanto sobre la empresa como sobre la vida, al menos en mi caso. Y esa posibilidad ha venido de la mano de la tecnología. La tecnología, y en especial Internet, tiene la capacidad de democratizar las organizaciones. Y no es de extrañar que haya empresas y países que le tengan miedo. En Birmania, por ejemplo, los poseedores de ordenadores deben registrarse en las oficinas gubernamentales o corren el riesgo de pasar quince años en la cárcel, según Freedom House. En Arabia Saudí los proveedores de acceso a Internet están obligados a llevar un registro con la actividad de los usuarios y a enviarles un aviso automático tan pronto como intenten acceder a páginas prohibidas, recordándoles que, de hecho, están siendo vigilados. Pero no hace falta irse a países tan lejanos. El gobierno norteamericano ha prohibido a su ejército desplegado en el extranjero el acceso a webs como YouTube, MySpace y otros once sitios más.
La tecnología nos hace más libres. En algunas empresas todavía existen directivos que no permiten el acceso a Internet a sus trabajadores, aunque lo necesiten, y en otras controlan quién accede a qué. En la medida que se controle la información, se controla en parte al profesional. Pero el crecimiento de Internet es imparable. Cuantas más personas entren en la red de redes, más capaces seremos de contrastar informaciones y de continuar expresándonos. Me encanta la frase de Eudall Carbonell, antropólogo y codirector de las excavaciones en Atapuerca: “La tecnología nos hace más humanos”. Y a aquellos que le tengan miedo, ya sabemos que en realidad es miedo a la libertad.