Te dejas la piel en un trabajo, pero te despiden. O tienes una enfermedad, o suspendes un examen, o tu pareja te deja… o tantas cosas que de repente suceden, aunque tú hubieras intentado por todos los medios evitarlas. Pues bien, cuando eso ocurre tienes dos opciones muy sencillas: o quejarte o aprovecharlo. La primera alternativa no sirve para mucho. La segunda es la más inteligente y práctica. Por eso, una buena idea es convertirnos en nuestros propios recicladores emocionales, que toman cualquier circunstancia adversa para convertirla en algo de lo que aprender y salir fortalecido.No es fácil, aunque es posible pero para ello necesitamos tener presente tres claves muy sencillas.

  1. Resetea la mente: la vida no es “justa”

Cuando ciertas cosas ocurren te puedes machacar pensando que no es justo, que no te lo mereces, que eres buena persona y todo eso… pero abandona rápido ese pensamiento. Creemos que las cosas deberían ser de un determinado modo, pero no es cierto. La vida no se somete a la justicia que nosotros pensamos que nos merecemos. A veces nos enfrentamos a intereses opuestos, somos malos jueces de nosotros mismos o el futuro nos aguarda con pequeñas sorpresas escondidas en “marrones” o en “injusticias”. Piensa en el archiconocido Steve Jobs y cuando en 1985 fue despedido de la empresa que él mismo había fundado. No fue un plato de buen gusto. Sin embargo, aquello le sirvió para reflotar Pixar, la empresa de animación, lanzar películas como Toy Story y embolsarse 7.000 millones de dólares cuando se la vendió a Disney en 2006, además de regresar triunfal a Apple. ¿Fue justa la salida de Jobs de la empresa en 1985? Para él no, como cuentan sus biógrafos. Sin embargo, supo sacar partido del problema, porque un reciclador emocional no se queda lamiendo las heridas. Pasa a la acción.

  1. Aprende: “Si te caes del árbol, recoge las manzanas”

Muchos de los batacazos que podemos sufrir no son fáciles de explicar como una enfermedad, por ejemplo. Quizá el error consista en preguntarnos el por qué: por qué caigo enfermo, por qué me deja mi pareja… El reto es cambiar la pregunta: Sustituir el por quéal para qué me sucede lo que estoy viviendo. Mientras que el por qué te lleva al pasado y puede que hasta la época de los romanos, el para qué mira al futuro. Un ejemplo clarísimo es Milton Erickson, uno de los grandes psiquiatras del siglo XX y padre de la hipnosis. Con diecisiete años sufrió de poliomielitis y les dijeron a los padres que moriría al día siguiente. Estuvo tres días en coma, tuvo dificultades en el habla, pero su fuerza de voluntad y sus ganas de vivir le ayudaron a recuperarse. Gracias a aquel periodo de tiempo de silencio, desarrolló la capacidad de escucha y la introspección, habilidades cruciales para la terapia centrada en la relación personal que creó años después. Por ello, si algunos problemas parece que te tiran de lo alto del árbol donde estabas, abre los ojos y recoge las manzanas que encuentres en el suelo. Porque un reciclador emocional aprende de todo cuanto le sucede.

  1. Trabaja y confía en el futuro

La vida no es lineal y está llena de sorpresas. Por ello, nuestro margen de maniobra ha de ceñirse a nuestro presente, no obsesionarse con el futuro, pero confiando en él. Recuerdo que con veintitantos viví una ruina familiar, un despido y una separación. Todo en el mismo año. Aquello me hizo no llegar a fin de mes durante una larga temporada. Tuve mucho miedo, lo confieso. Me monté por mi cuenta y me rompía a trabajar pero las cosas no salían. Un buen día un amigo me dijo una frase que siempre recordaré: “Lo que entregues al universo, el universo te lo devuelve”. Aquello no tenía ninguna base científica, lo sé, pero me ayudó a confiar. Y pasado un tiempo, las cosas cambiaron. El miedo que había vivido me sirvió para escribir el libro de NoMiedo, que cambió mi trayectoria profesional. Por eso, nunca se sabe… Puedes perder tu dinero un día y de repente, esa experiencia te ayuda a ganarlo en un futuro. Pero todo ello se consigue si trabajas y si confías. La confianza en ti y en el futuro es esencial para reciclar las emociones negativas.

«Lo que no te mata te hace mas fuerte”

Friedrich Nietzsche

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